Conocimos a Ciges gracias, principalmente, a Berlanga, con el que se convirtió en un símbolo de la comedia española, pero también trabajó para Qué fue de Imanol Arias: de dormir en el metro, a querer dejar 'Cuéntame' y quedarse sin posesiones con 60 años
Nació en Madrid en 1921, hijo de un escritor y político republicano y de una pintora y ama de casa que provenía de familia burguesa. Su padre, que trabajaba como Gobernador Civil en Ávila, estaba a punto de marcharse a Cuba como embajador cuando la Guardia Civil lo fusiló en 1936 y la familia se vio sumida en la pobreza. Las mujeres de la casa, la madre y la hermana de Ciges, acabaron en un convento, y el actor y sus hermanos junto a los frailes, una experiencia que describe como "horrorosa". Al acabar la guerra trabajó como agente del orden, donde se dedicaba a cerrar burdeles.
Ciges terminó en Rusia como uno de los voluntarios de la División Azul -"o sea de mercenarios". Asegura que no mató a nadie y que lo suyo fue más una encadenación que tareas a cual más rara: "Cruzar el campo de batalla con una carretilla. Subir una montaña en trineo... No había transporte, anduvimos 1.200 kilómetros en un mes. En verano, a 56 bajo cero". Y esto no es lo más reseñable de la vida de Ciges, que después de su experiencia soviética y tras "hacer como que era espía alemán" en Galicia, estudió medicina y terminó en un sanatorio de tuberculosos en Ávila. "Como yo estaba bastante curado de espanto, me pusieron en autopsias. Entonces tenía un pabelloncete majo a las afueras, y había una moza con la que me quería casar. Por hacer un ejercicio de fidelidad. Pero ella no quiso vivir allí y me vine a Madrid", cuenta a El País.
En 1951 su vida da un giro drástico e ingresa en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas, donde se convierte en realizador. Estuvo 13 años trabajando tras las cámaras hasta que apareció en Luis García Berlanga, y a partir de entonces encontró su hueco como actor. La historia de cómo se hizo con el papel es, como él, singular. "Para Plácido me dijo que no daba el tipo de pobre (en esa época me llamaban maricón de playa, era un hombre de gimnasio, me llevaba a las chicas de calle y daba unas hostias...). Yo le dije: 'Lo daré'. Me compré una gabardina, la llevé un mes, me metí bocadillos de chorizo y de tortilla en los bolsillos para que chorrearan bien, y me presenté a él".
Luis Ciges fue un secundario de prestigio que, papel tras papel, contruyó una carrera brillante, con la que llegó a ganar el Goya a Mejor actor de reparto por Así en el cielo como en la tierra (1995). Su habilidad innata para el humor y su carácter único le llevaron a ser un rostro inolvidable de nuestro cine. Falleció en diciembre de 2002 a los 81 años, a causa de un fallo cardiaco, pero su legado continúa hasta nuestros días. El 10 de mayo habría cumplido 100 años y en La 2, dentro de Historia de nuestro cine, le homenajean hoy viernes 7 de mayo a las 22h con la emisión de El milagro de P. Tinto.