Solemos creer que Fallout. De hecho, puedes ver la escena, porque después de que pase, sigue corriendo y persiguiendo al villano de turno. Y por supuesto que la dejaron en la película, sobre todo teniendo en cuenta que hizo daño no solo al actor, sino también a la producción: Cruise tuvo que estar entre dos y tres meses recuperándose... Y, de hecho, cuando volvió no estaba curado del todo. Poco importó. Hacer estas películas es su misión imposible particular.

Este post se autodestruirá en cinco segundos 601822
Si Misión Imposible destaca entre todas las películas de acción actuales es por su obsesión con que todo parezca real. Por ejemplo, el salto HALO desde las alturas fue repetido hasta 106 veces por Tom Cruise, llegando a alcanzar velocidades de hasta 350 kilómetros por hora. El actor se empeñó en que se le viera tras el casco perfectamente sí o sí para que no hubiera duda sobre quién estaba detrás. Si es que es la mejor saga, qué queréis que os diga.
Tanto, que incluso las escenas más locas tienen cierto pie en la realidad. Pensad en ese momento en el que Solomon Lane está atrapado en la parte de atrás de una furgoneta y ve cómo está a punto de inundarse. Bueno, pues su reacción es pura supervivencia real: antes de sumergirse hiperventila, dando más oxígeno a la sangre y al cerebro y, por tanto, permitiéndole permanecer consciente durante más tiempo. Ven por los disparos, quédate por los consejos que te pueden salvar la vida.
Por cierto, si viendo Fallout te faltó tan solo un beso entre Ethan Hunt e Ilsa, lo cierto es que no vas desencaminado: se rodaron dos escenas con beso y acabaron siendo eliminadas porque, para Christopher McQuarrie, debilitaba la tensión sexual entre ambos. Y ahora, después de Misión Imposible: Protocolo Final, ya nos hemos quedado sin él para siempre. Ay.