Que Marlon Brando no se sabía una línea del papel... De alguna manera, sí, fue un verdadero apocalipsis.

La cabalgata de los desastres 2r192j
A favor de Coppola hay que decir que no lo tuvo fácil desde el principio, cuando le dijo a Harvey Keitel, decidió marcharse (y no era del gusto del director). Coppola tuvo que sustituirlo a toda velocidad por Martin Sheen, y, a la larga, fue una buena decisión.
Curiosamente, algunas de las escenas más bellas de la película (al ritmo de La cabalgata de las Valquirias) casi no pudieron hacerse, porque los helicópteros que salen realmente eran propiedad del gobierno de Filipinas, que en aquel momento los estaba utilizando para luchar contra los insurgentes. ¿Qué hacía el equipo de la película? Todos los días los pintaban para la película y después los repintaban para que el ejército pudiera utilizarlos por la noche.

De hecho, el gobierno llegó a usarlos entre plano y plano para acabar con algunos insurgentes que se escondían cerca del rodaje. Imagina la locura entre el "¡Corten!" y el "¡Acción!". Otro día hablamos de la extraña decisión de utilizar cadáveres reales en el rodaje hasta que Filipinas les cortó el grifo. Vaya rodaje, ¿eh?