El príncipe de Bel-Air, una de las más emblemáticas de la década. Sin embargo, antes de que aquel trabajo acabase impulsando una extensa y lucrativa carrera en Hollywood, el entonces también joven músico ya gozaba de una interesante popularidad como rapero, una faceta artística que siempre se ha mantenido entre sus más grandes pasiones.
En los años 80 Will Smith formó el grupo de rap DJ Jazzy Jeff & The Fresh Prince junto a un amigo de su infancia y tuvieron un gran éxito. Incluso llegaron a ganar un Grammy, uno de los premios más prestigiosos de la música, dentro de la categoría rap. No obstante, lo que no mucha gente sabe es que en aquel momento, justo antes de obtener el papel que marcaría su vida, Will Smith pudo tirarlo todo por la borda por culpa de las deudas y de un altercado que le hizo pasar una noche en prisión.

Tras el premio Grammy, Smith disfrutaba de su condición de ser una joven promesa de la música, sin ser consciente de las consecuencias que podía tener gastar dinero por encima de sus posibilidades y, además, no pagar los impuestos que le correspondían. La situación acabó con una deuda tributaria de 2,8 millones de dólares que le hizo ser objeto de embargos y que le dejó en una situación bastante precaria. "Pensé, ya sabes, Hacienda recibe dinero de todos, no necesitan el mío, pero ellos pensaban diferente", contaría el actor en el podcast 7PM in Brooklyn en 2024. "Así que no pagué impuestos durante dos años y gané un Grammy y todo eso. Así que simplemente pensaron que debían quedarse con mis cosas. Así que estaba un poco deprimido y me fui a Los Ángeles. Vendí todo, como si estuviera en la ruina. Vendí todo en Filadelfia".
Por si fuera poco, en 1989 Will Smith se vio involucrado en un altercado violento que le llevó a pasar una noche en prisión.
El incidente ocurrió también en Filadelfia y, según publicó The National Enquirer entonces tal y como recogería Daily Mail, Smith le habría ordenado a su guardaespaldas, Charles Alston, que agrediera a su promotor discográfico, William Hendricks, que estuvo a punto de quedar ciego. Smith fue arrestado por cargos que incluyen "agresión agravada, conspiración criminal, agresión simple y poner en peligro imprudentemente a otra persona" y pasó una noche en prisión que fue la peor de su vida. Finalmente, los cargos contra Smith fueron retirados.
Finalmente ese incidente no acabó con la carrera de Will Smith, que poco después obtuvo el papel en El Príncipe de Bel Air que acabó con todos sus problemas financieros y le convirtió en una de las estrellas más carismáticas de todo el mundo, pero sí le marcó para siempre. De hecho, el propio actor lo describió como el momento en que "tocó fondo" en su libro de memorias publicado a finales de 2021.
Durante la promoción del libro, Smith habló sobre el momento en que perdió la casa, los coches y terminó en la cárcel con Oprah Winfrey en The Oprah Conversation: Will Smith de Apple TV+: "Cuando llueve, llueve a cántaros", contestó el actor cuando la presentadora le preguntó sobre la lección que había aprendido. "Así que me metí en la pelea en la radio, Charlie le dio un puñetazo al tipo que me metió en la cárcel, así que perdí el dinero, perdí el coche. Estaba tirado en el suelo de una celda y pensé: '¡Tienes que estar bromeando! Gané un Grammy hace ocho meses. ¿Qué está pasando?'. Y es solo la espiral cuando empieza a ir en la dirección opuesta. Es como si, a veces, simplemente tuvieras que apartarte y esperar a que la espiral se detenga".
Tras aquello, la carrera de Will Smith solo fue en ascenso, con trabajos inolvidables como El método Williams, pero el momento se vio eclipsado por uno de los momentos más oscuros de su vida, puesto que minutos antes había golpeado al presentador de la gala Chris Rock sobre el escenario por hacer una broma sobre su esposa.